Después de hacer un verdadero y real esfuerzo por una recuperación posible de la confianza en el mercado, el Presidente ha hablado con el líder de la oposición para exponerle las medidas a adoptar y asimismo, se ha sometido a las positivas propuestas del Partido Popular, en cuanto a un control efectivo y eficaz del destino de los fondos para la implantación de las mismas. Don Mariano Rajoy ha atenuado el tono de su lenguaje crítico hacia la crisis financiera, quizás porque según algunos comentarios, los banqueros le fruncieron el ceño por su comportamiento en fechas previas a la reunión. La actitud de insistir en cargar la culpa de la crisis contra el Gobierno, está causando un efecto contrario en la población, pues los ciudadanos son conscientes de lo que ocurre, conocen muy bien lo que se cuece, están siempre atentos a la economía, y es por tanto este un campo en el que deben de medirse mejor las jugadas políticas para no salir mal parados. Inmediatamente después de anunciadas las medidas de inyección monetaria en la economía, surge como un flash, la reacción social. En la mente de cualquier trabajador, aparece la pregunta: ¿qué harán con los salarios?. El Presidente aprovechando la cercanía de la oposición, habrá de dar respuesta inmediata a esta cuestión, pues sin duda, entre otras, pasa por la bajada de tipos de interés, por la defensa de los salarios y por la implantación de medidas inteligentes que redunden en garantías para los jóvenes con hipotecas. Es este un buen momento para salir a escena, sin ataduras y ser protagonistas todos, incluida la oposición. Ahora la acción. Baldomero Gómez
15 octubre 2008
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