10 noviembre 2021

77. Prácticas raras en Correos

Esta convirtiéndose en habitual, en la provincia de Pontevedra, por parte de la empresa Correos y Telégrafos, la práctica de un sistema de entrega interna de documentos a empleados, irregular.


Se aborda al interesado (empleado), en el domicilio o en el centro de trabajo y, se le ofrecen dos escritos que en principio son iguales, en los cuales le hacen constar que se procede a la entrega de un sobre cerrado, sin mención alguna a su contenido, ninguna referencia a si se trata de un billete de 500 euros, un documento médico, un ascenso o una sanción. ¡Nada!, la oferta consiste en firmar que lo recibe, sin saber lo que trae, en cuyo caso se lo entregan, de lo contrario, de negarse a la recepción por desconocer el contenido, van a levantar un acta irregular, en la que diga que se niega a recibirlo.


Más tarde, en el transcurso de algún procedimiento en trámite, aparece en algún momento un acta en la que otros dos empleados, afirman haber intentado la entrega de "un documento concreto, definido" y que el interesado/a se ha negado a recibirlo. Debe destacarse que NO DICE: "se ha negado a recibir un sobre del que no conoce su contenido", sino que dice: "se intentó la entrega a Don... de la Notificación de Resolución de la Subdirección General..."; También se utiliza este "método" haciendo constar, cuando así les interesa, que no han localizado al interesado, al que le llevaban aquel documento concreto. 

Correos, ha sido hasta ahora, la entidad que por antonomasia llevaba documentos a los destinatarios mediante certificado, incluso con aviso de recibo o, mediante Burofax, telegrama, etcétera.

Es muy importante resaltar que, sin más, esta práctica al uso, aquí denunciada está echando por tierra la propia esencia del servicio postal, cuando algunos iluminados desleales con el servicio, llevan a cabo la barbaridad de un uso contrario a su propia empresa, como entidad representativa de la comunicación. Asimismo, están extralimitándose en sus atribuciones, recuérdese que Correos carece de autoridad pública y que sólo, los actos permitidos por la ley podrán se válidos para acusar una entrega o el contenido de la misma, en su caso, no pudiendo dar fe de tales actos cualquier empleado, sino quienes dispongan de las atribuciones para hacerlo.

Lo aquí denunciado, supone una extralimitación grave, al pretenderse que cualquier particular, puede dejar constancia de una entrega sin rigor alguno, pretendiéndose también dar fe de veracidad; con el agravante de que, da lugar a actos ilícitos erigiéndose en fedatarios públicos los particulares, toda vez que esas dos personas firmantes del Acta irregular (incluso empleados de Correos) no tienen competencia, no tienen atribución, ni están facultados para dar fe de tal cosa, además pueden, y lo han hecho, con tranquilidad consentida por quien se lo encomienda, hacer constar que el interesado destinatario se niega a la recepción de un documento concreto, cuando lo cierto es que desconoce lo que le traen; pero ellos afirman que negó la recepción de un concreto documento.


No podemos olvidar que un Acta, habrá de ser el reflejo de lo que sucede en un acto concreto y, en dicho reflejo deben figurar todas y cada una de las cuestiones que se afirman en dicho documento. Por tanto, el propio interesado, que es parte del contenido de lo que se pretende reflejar, deberá constar en dicho Acta, manifestarse y una vez comprueba lo que manifiestan también las demás partes, en su caso, firmar, quedándose una copia.


Deja patente la empresa con tal actitud, que se está anticipando a una negativa, y es así, porque no viene de buena fe.

Se trata de un actuación absurda y abusiva con ánimo de desorientar al trabajador. Los actuantes renuncian a los propios medios lícitos, que la empresa dispone, para todos los ciudadanos.

Se pretende dejar constancia de algo para lo que, los empleados mandados firmantes, no están facultados, ni de manera pública, ni tampoco privada.

En su día denunciamos que, por las autoridades se había constatado, que por miembros de Correos y Telégrafos de la provincia de Pontevedra se simuló, reiteradamente, la entrega de documentación sobre salud, que más tarde se comprobó que no existían. Fingieron entregar documentos que no existen.

¿Por qué, no utilizar los medios que disponen de justificación de entrega, incluso con certificación de texto?, ¿Qué malas intenciones puede esconder una práctica tan extraña?


Es recomendable, hacer públicas estas actuaciones por razones obvias y además, es conveniente que todos conozcan quienes son las personas que se brindan a tales prácticas, al tiempo que deberá hacerse saber a las autoridades.


Salvo mejor parecer


Baldomero Gómez
graduado social
experto europeo en relaciones sociolaborales UAH 
laboralista