(Foto Rafael Alberti y Dolores Ibarruri) El movimiento político y social, que no partido político, IU, debatió el último fin de semana sobre la necesidad de abrirse a la sociedad y dejar de mirar hacia dentro. Desde fuera, medio en risa medio en serio, las criticas recaen sobre lo que algunos han venido en llamar la incapacidad de la coalición para encontrar un liderazgo; no obstante la cortedad de miras no nos deja ver que, precisamente se trata de todo lo contrario. Acostumbrados como estamos a ver la salida airosa y triunfante de otras organizaciones, partidos políticos, los cuales eligen sus líderes con aparente mayor facilidad, nos extrañamos al comprobar que las discusiones del movimiento de la izquierda, dejen para mejor momento, tras una reposada reflexión, la elección de un líder, habiéndose antepuesto la necesidad de una recuperación del trato directo con la ciudadanía. Quizá pensándolo bien, lo que denote la actitud de los militantes de IU sea cordura, parece que hayan decidido de una vez por todas, acabar con las permanentes divisiones internas y aunar esfuerzos para ponerse a trabajar de forma realmente "unida". Resultó ser cierto que algo se movería por la izquierda. Discusión, tensión, respeto y disciplina. Cuando los ánimos se exaltaron demasiado, alguien abrió la cajita de la Dolores, la cual, dicen, consiguió la calma. Baldomero Gómez
17 noviembre 2008
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