20 mayo 2010

El despilfarro de Correos y Telégrafos, el tejemaneje asesor

 (Foto El País - Alvaro García)

Ahora que toca hablar claro de las cuentas del Estado, alguien debe explicarle al Ministro de Fomento, Don José Blanco, como están las cosas, en la empresa pública Correos y Telégrafos, de cuya tutela es el responsable y de la que, con una sencilla intervención organizativa, puede sacar un buen pellizco económico para las arcas del Estado y en consecuencia un ahorro ejemplar ante los ciudadanos.

No nos lleve a engaño, el hecho de que la Sociedad Anónima Estatal, esté entre las entidades públicas que pertenecen a Patrimonio del Estado, dentro de la competencia de la Vicepresidenta Segunda del Gobierno Doña Elena Salgado.

Alguien, desde la propia empresa pública, está haciendo las cosas de una manera confusa (véase Extraconfidencial.com), para así escapar al control de unos y otros o, pudiera ser que, se someta al control de unos en perjuicio de los otros o, también pudiera darse que, este jugando en medio de un gran descontrol, en beneficio de unos pocos que se sacan la tajada de una entidad que les proporciona un poder desmesurado sin responder ante casi nadie, viendo pasar un "listado" de cabecillas que van pagando el pato de su tejemaneje.

Y, tal enredo, esta siendo posible porque algunas personas "quizá malas", se verá, en calidad de asesores de la entidad pública, utilizan la aplicación de la normativa conducente a la liberalización de los servicios postales, manejan los hilos del aparato del Estado, confunden a propios y extraños, haciendo que pase un mismo asunto, unas veces como propio de un ente cuasiadministrativo y otras veces, como de una sociedad mercantil pura y dura. Es cómo si se tratara de un ¡digame que quiere, que yo se lo hago!, ¡sólo tiene que pedírmelo!, petición de una estrategia a la carta, tapar un entuerto pero, ¿cual ha de ser el precio?

Volvamos al principio, Pepe Blanco, Ministro de Fomento, sabe que Correos y Telégrafos es una sociedad estatal mercantil, como resultado de un proceso de modernización del sector iniciado por la Unión Europea en 1997, para operar con la suficiente flexibilidad en un mercado en progresiva liberalización.

Nada impide al Ministro, que haga bien las cosas, respetando la condición de Correos y Telégrafos como operador habilitado para la prestación del servicio postal universal. Ahora bien, crear una Sociedad Anónima Estatal y acto seguido dar la espalda a todo y dejar que hagan, los cuatro de siempre, allí dentro lo que les venga en gana, no ha sido una buena idea. Cuando digo los de "siempre" me estoy refiriendo a los de siempre, veánse algunos personajes de la gestión de personal, la montonera de años que llevan haciendo de las suyas, con mentiras y falsedades incluidas. En los últimos años, Correos ha sido una máquina de incumplir la normativa en materia de derechos fundamentales de los trabajadores.

Dicho esto, Pepe Blanco debe saber que, en la estructura actual de Correos, en materia de personal sobran una montonera tan grande de mandos que, la subsanación supondría un cuantioso y razonable ahorro, tan necesario en estos momentos de crisis, con el añadido nada o poco desdeñable de que, con ello se conseguiría hacer posible un reforzamiento de la figura pública de la entidad postal, en la cual no debemos olvidar cohabitan un número muy considerable de funcionarios públicos, con una preparación concreta muy alta, los cuales tienen sus ilusiones puestas tan sólo en ¿qué pasará conmigo?

El anteproyecto del Gobierno debe mejorarse reforzando la figura pública de Correos, al tiempo que deben adoptarse medidas de mejora en materia de personal, liberalizar dentro, reforzar lo público hacia fuera. 

Citemos datos para que pueda conocer el Ministro, a saber:

1.- Los puestos de trabajo de la sociedad anónima son desempeñados indistintamente por funcionarios y por personal laboral, ello con miras, "bien intencionadamente", de que exista flexibilidad como empresa.

2.- Al existir funcionarios, que continúan manteniendo su relación jurídica administrativa a los sólos efectos personales, se hizo necesario determinar unos órganos, dentro de la sociedad anónima, con competencias administrativas y, ello es así porque la Ley dice: "las potestades administrativas atribuidas a las entidades públicas empresariales sólo pueden ser ejercidas por aquellos órganos de éstas a los que en sus estatutos se les asigne expresamente esta facultad"; justamente aquí radica la cuestión del tejemaneje de algún espavilado asesor, que vió su oportunidad para el enredo.

3.- Consecuencia de lo anterior, al tratarse de una Sociedad Anónima, se procedió conforme a la Ley de Sociedades Anónimas, otorgándose poderes notariales, en los cuales se dan competencias administrativas concretas a personas concretas, de manera que unos, tienen unas competencias y atribuciones y otros, otras distintas, pero solamente tienen competencias aquellos a quienes en los poderes notariales les fueron otorgadas. Al mismo tiempo, no existe la posibilidad de delegar dichas competencias y atribuciones por impedimento legal.

Conocido lo que antecede, es cuando el Ministro está en condiciones de utilizar tan sólo el sentido común y hacer cuentas para darse cuenta del enórme despilfarro injustificado de Correos y Telégrafos, en materia de personal, a saber:

Tienen atribuidas competencias y atribuciones administrativas, en materia de personal, el Director de Recursos Humanos y el Subdirector de Gestión de Personal a nivel central, para todo el ámbito de la empresa y, tienen competencias restingidas para asuntos de mero trámite puntual, los Directores Territoriales de Correos (licencias, permisos, sanciones hasta un límite, etcétera). En cada centro de trabajo, en cada sección, hay un responsable de equipo que trata directamente con el personal y, además de coordinar el trabajo ordinario, puede hacer de trasmisor directo, para hacer llegar solicitudes y demás incidencias a quienes tienen competencias y atribuciones así como, recibir las de éstos hacia los empleados, sirviéndose para casi todo, de la intranet que dá inmediatez a los trámites. Hasta aquí, todo es modélico.

El grave problema de Correos y Telégrafos, es el elevado número de camuflados ejerciendo puestos, cuyo único sentido es multiplicar actuaciones, retrasar y entorpecer el buen funcionamiento de la prestación del cometido principal, que no es otro que la distribución de cartas, paquetes, telegramas y demás productos habidos y por haber.

¿Existe realmente necesidad de otro Jefe de Recursos Humanos y otros mediadores en cada Zona Territorial de Correos, el cual carece de competencias y atribuciones administrativas?; ¿son necesarios otros intermediarios en cada provincia, que entorpecen a los jefes de equipo, de las secciones, en cada centro de trabajo?; ¿son necesarias otras figuras que, aparentemente están para coordinar a otro que, es quién hace realmente el trabajo?

NO, no son necesarios, sobran porque su labor consiste en cumplimentar un folio en el que trasmiten a otro, que también sobra, para que haga entrega a otro, de un escrito que le envía alguien con competencias y atribuciones. Muchos cargos innecesarios que, suman muchos euros de los ciudadanos día a día, mes a mes, año tras año. No son necesarios, porque el propio órgano con competencias, a través de la intranet puede hacer llegar su decisión al transmisor directo (jefe de equipo) o, incluso al propio empleado directamente.

La cuestión, pasa por crear una estructura práctica, que haga posible las relaciones laborales con cercanía y con horadez, cumpliendo la ley y haciéndola cumplir. Ello en beneficio de los empleados y de la sociedad que quiere tener un referente público pero moderno, no un ente retrógado que en definitiva es lo que justifica su liberalización profunda, que bien podría esperar a momentos más oportunos.

Tras todo este aparente complejo desorden de personajes innecesarios, parece ser, se esconde una cúpula, asesorada por alguien que todo lo retuerce con el arte del tejemaneje, al margen de los responsables del Gobierno que, se tampan los ojos para no mirar.

Recientemente un medio de comunicación hablaba de ello, véase el Extraconfidencial.com.

¿A quién puede interesar? Sinceramente pienso y creo que a Pepe Blanco, esto, no puede gustarle.

Salvo mejor parecer. Baldomero Gómez