01 diciembre 2009

76. Correos y Telégrafos ha fallado en su política de prevención de riesgos. Lo confirma el elevado número de bajas por enfermedad.

El retraso de tantos años en la aplicación de una política y un sistema de prevención de riesgos laborales, en Correos y Telégrafos, acorde con la estructura de la empresa, ha traido consigo un elevado número de empleados de baja por enfermedad, en la mayoría de los casos con afecciones de caracter profesional aunque consten como enfermedades comunes.

Los cambios que se están produciendo a machamartillo, sin contar con especialistas, podrian traer consigo un fracaso mayor a muy corto plazo, al mantenerse presentes a los causantes de todo el daño.

Se están cubriendo huecos, a los efectos de aparentar la existencia de un verdadero sistema de prevención de riesgos.

Falta una campaña interna formal, no de propaganda, dirigida a los destinatarios de la prevención, desarrollada por personas que sepan trasmitir con rigor jurídico, en principio teoricamente, la necesidad de la asunción de una nueva cultura.

No es suficiente con crear equipos vacíos de contenido, compuestos por los mismos de siempre que no creen en ello, que hacen las cosas más como una obligación de dar el pego. No se repara en que ha de ser algo estable, algo que una vez recorrido el ámbito territorial de toda la empresa con un mensaje uniforme, debe traducirse en una implantación única, una puesta en funcionamiento real, al mismo tiempo en todas partes, con técnicos creibles y preparados. Puede hacerse, debe hacerse.

No es asumible que existan personas con bajas por enfermedad de muy larga duración por falta de una política de prevención de riesgos laborales en Correos y Telégrafos, es una estafa que la empresa le está haciendo al Estado. Al mismo tiempo está produciendo un desequilibrio en las personas afectadas, a las que se les ve como interesadas en mantenerse en tal situación, cuando en la mayoría de los casos están a la espera de una decisión del responsable de la salud, que no es otro que el empresario.

Decíamos en otro artículo de este sitio que una médica de Correos y Telégrafos de Pontevedra, evidenciaba su posición de espaldas a la prevención al decirlo ella misma por escrito, afirmando y reafirmando no formar parte del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales y al decir que, en consecuencia, podríamos saber cuales eran sus cometidos y cuales no. Realmente frustrante que una médica del Servicio de Prevención de Riesgos de Correos y Telégrafos diga no pertenecer al mismo, médica que hace informes sobre la salud laboral para entregar al EVI sobre personas que están de baja por una falta de control sobre su salud en el trabajo, sanitaria miembro de un servicio de prevención, que tiene el descaro de solicitar personalmente, a la entidad gestora MUFACE, información sobre la salud de funcionarios de baja, a los cuales ella misma no ha atendido.

¿No es más fácil acudir a los trabajadores en la propia empresa?, ¿Por qué esa táctica de derrumbe y acoso hacia quienes no les han hecho nada, que son sujetos pasivos, a la espera de una intervención limpia y decente?

En Galicia, la Inspección Territorial de Trabajo, detectó irregularidades y hace mención a una Resolución de Sanidad de fecha 06.08.2007 que decide respecto de Correos "PROHIBIR LA REALIZACIÓN DE CUALQUIER ACTIVIDAD SANITARIA".

El propio actual Presidente de Correos, Sixto Heredia, ha reconocido en este mismo año 2009, ante la autoridad gubernativa, lo cual le honra, que el Servicio Médico de Correos en Pontevedra carece de autorización administrativa de funcionamiento, pero que estaban próximos a recibir autorización. ¿Qué han hecho pues durante tantos años?

Debe destacarse que el actual equipo directivo, es quien está tomando cartas en el asunto por decisión del nuevo titular del Ministerio, y quienes no tienen pelos en la lengua a la hora de decir las cosas claras respecto de lo que se están encontrando, seguramente atónitos.

¿Qué podemos decir de los que han estado al frente de esta empresa del Estado?, ¿qué decimos de quienes han hecho una política de acoso y humillación en lugar de prevención en Correos y Telégrafos?

La autoridad sanitaria inspeccionó a Correos en materia de Prevención de Riesgos y constató el incumplimiento, pero en la empresa siguen riéndose de todos, por ello no es de recibo que ahora, en el momento que el Ministro Pepe Blanco establece la necesidad de cambios, se pretenda por quien es el encargado de hacerlos, mantener a la vista y con responsabilidades, nada menos que a quienes fueron parte directa de todo este desaguisado, de toda esta actitud prepotente. ¿Cómo puede defenderse algo así? 

Sanidad dijo: "Correos incumple la normativa"


Sanidad insistió en dirigirse a Correos advirtiéndole de la necesidad de cumplir la normativa de Prevención de Riesgos y de poner a disposición de los interesados, a solicitud de estos, la historia clínico-laboral completa.

¿Con qué cara puede pedírsele a cualquier empresario en España, el cumplimiento de la Ley, si se hace vista gorda con una que es del Estado?. No puede consentirse y debe conocerse por la ciudadanía para que cesen actitudes contradictorias, impropias de una sociedad democrática.

Lo ocurrido en esta Empresa, no es propio de Zapatero, no lo es de Pepe Blanco, no va con las maneras del PSOE. Es una manera de maltrato a los empleados, desprecio acoso y humillación a personas concretas que están de baja por enfermedad, por causas cuya responsabilidad recae en la propia empresa, en los gestores obsoletos que siguen ahí, que han estado haciendo, durante años, caso omiso a sus obligaciones. Los nuevos responsables deben tomar nota prioritariamente de esto, llevan cierto retraso.

¿Para cuando los cambios? Cambiar, según la Real Academia Española de la Lengua, es dejar una cosa o situación para tomar otra; convertir o mudar algo en otra cosa, frecuentemente su contraria.

Ministro Blanco, en Correos no te tienen informado. Has empezado bien, no es bueno para tu Ministerio y para tu partido tanto retraso en la resolución de esta indecente actuación en materia de SALUD.

Salvo mejor parecer. Baldomero Gómez